14 de noviembre de 2014

“Good Companies Are Storytellers. Great Companies Are Storydoers”

Hace unos días asistimos a una charla donde Albert Castellón, Director General de Cerveses Moritz, nos habló sobre “Storytelling vs. Storydoing” y es un concepto que nos ha parecido interesante desarrollar en el Blog.

En tiempos en los que abundan múltiples variedades de productos, los consumidores están cada vez más informados y son cada vez más exigentes en un mercado muy competitivo. Con todo esto, van surgiendo nuevas tendencias de marketing y publicidad.

Una de las formas más habituales de llegar a un cliente es apelar a la empatía. Para ello, desde hace años se utiliza en numerosas ocasiones el recurso del “Storytelling”, es decir, se recurre a una historia con la que se sienta identificado el consumidor y se vincula el producto a un recuerdo o sensación vivida, creando a la vez la necesidad hacia dicho producto.

El Storyteller cuenta historias con emociones. En el caso de las cerveceras, y aunque Albert Castellón no citó ejemplos, estaríamos hablando de Damm, San Miguel, Mahou…

Si bien es importante que las empresas sean conscientes de que tienen una historia que contar y que la cuenten, parece que contar esta historia en los spots publicitarios ya no es suficiente. Existe un nuevo tipo de empresa que usa sus historias de una forma mucho más potente y todo sea dicho de paso, de una forma más eficiente y provechosa para la empresa: los Storydoers.

Para que entendamos mejor esta tendencia, pensemos en las bases del modelo tradicional del marketing:
1.    PAID: lo que la marca dice mediante publicidad pagada.
2.    OWNED: lo que la marca demuestra.
3.    EARNED: la repercusión gratuita que tiene en los medios.

El concepto de Storydoing invierte los pilares publicitarios bajo la premisa de que “las acciones dicen más que las palabras”. De esta forma, la marca empieza por invitar a vivir una acción para luego ser seguida por los medios generando repercusión gratuita y finalizar con el branding en dichos medios, siendo noticia por su acción.

El Storydoer realiza acciones que son útiles para el consumidor y que permiten experimentar la misión de la marca. Uno de los casos más emblemáticos del mundo de la publicidad es el de Red Bull. Actualmente, Red Bull gana más con los eventos que desarrolla que con las ventas de su producto, según nos explicó Albert Castellón. Moritz, aunque a otra escala, es también un Storydoer, una cervecera pequeña que se ha hecho un hueco grande entre los consumidores de cerveza de Barcelona.

Las empresas deberían ser capaces de extender el hilo argumental de sus historias a la realidad cotidiana. Es el rol del usuario el que se ha vuelto clave, no sólo se sumerge en la historia y participa en ella, sino que es el que decide, el que tiene el poder.

Para detectar a los Storydoers hay 4 características básicas:
  • Tienen una buena historia.
  • La historia tiene una ambición que es mejorar la vida de la gente.
  • La historia es contada a través de una acción.
  • Los consumidores se sienten vinculados a la historia y a la marca creando historias a su vez con esta historia (Boca-oreja, Redes Sociales…)
¿Desbancará el Storydoing al Storytelling